El melocotón, n. lat. Prunus persica, es una fruta jugosa y refrescante con piel fina y vellosa de color amarillo rojizo, a veces virando a rojo completo, con propiedades muy beneficiosas para nuestro organismo. Siempre se ha dicho que es rejuvenecedora y aporta un montón de beneficios. Hoy queremos hablar un poco sobre ella y aprender a preparar un delicioso té frío para que puedas tomarlo a cualquier hora del día, incluso en la playa o la piscina. Las propiedades del melocotón son super beneficiosas para nuestra salud. Por otro lado, en España disponemos de una calidad excelente de variedades bien repartidas por toda su extensión, destacando las producciones de Lleida, Murcia, Badajoz, Sevilla y Valencia; aunque son muy conocidos también los melocotones de Calanda (Aragón es una tierra de melocotoneros en todo su conjunto).
El melocotón es un gran aliado para la piel por su aporte de colágeno. Además, combate la formación de radicales libres al ser una potente fuente de vitamina C. Protege la salud del corazón, es decir, reduce los riesgos de enfermedades cardiovasculares gracias a su contenido en fibra y otros minerales como potasio, hierro, calcio, fósforo, azufre… Es bueno para la vista, el estado del cabello, uñas, mucosas, dientes y huesos. Evita problemas de tránsito intestinal y ayuda a controlar el sistema de azúcar en sangre.
Bien en crudo, en almíbar, en yogur o en una tarta… el melocotón es una fruta sabrosa. Sin embargo, una de las recetas más comunes para lo que se usa en verano es el té de melocotón. Mucha gente lo compra directamente envasado y procesado. Como siempre, en Frutería Silvestre no tenemos nada en contra de esta elección, pero donde esté el té de melocotón preparado en casa… En fin, es sencillísimo y el resultado es espectacular. ¿Qué necesitas para hacerlo y qué pasos hay que seguir?
Ingredientes:
3 melocotones maduros
1,5 litro agua (mejor si está filtrada)
2 bolsitas de Té negro (o 2 cucharadas soperas de English Breaksfast Tea)
1 pizca de limón exprimido
1 pizca de edulcorante (o 50 gramos de azúcar)
Proceso:
Empezamos preparando un sirope de melocotón. Para ello, lava, pela y trocea los melocotones. Coloca un cazo con dos vasos de agua junto con el melocotón troceado y un chorrito de zumo de limón. Cocina durante 15 minutos y luego deja que repose. Si quieres utilizar azúcar para hacer el sirope, tienes que ponerlo junto con el agua a calentar, ir removiendo y cuando esté disuelto es el momento de incorporar el melocotón. Si utilizas edulcorante, mejor lo añadiremos al final del todo, cuando juntemos el té con el sirope de melocotón. Prueba incluso a no añadir ni azúcar ni edulcorante; disfruta del aroma y los azúcares que ya aporta el melocotón.
Por otro lado, infusiona las bolsitas de té negro (o dos cucharadas soperas de un té negro de mejor calidad) en medio litro de agua. Pásalo a un recipiente con capacidad suficiente para contener la mezcla final. Una vez esté tibio el sirope, incorpóralo al recipiente con ayuda de un colador para que no caiga ningún trozo de melocotón (puedes estrujar el melocotón del colador para exprimir todo su jugo).
Llega el momento de edulcorar al gusto y acabar añadiendo el agua que te queda restante o incluso puedes añadir más o menos cantidad de agua, según te parezca. Remueve bien con una cuchara para que se mezclen bien todos los sabores y pásalo a alguna jarra o botella para que se acabe enfriando en la nevera. Cuando tu té de melocotón esté lo suficientemente frío, sírvelo en un vaso bien grande, con unos cubitos, rodajas de melocotón fresco y, si quieres, unas hojas de menta o hierbabuena.
En otros post hablaremos de nuevo sobre esta excelente fruta, sus propiedades y otras recetas que lo incluyen. Si te has atrevido a preparar tu propio té frío de melocotón, anímate a comentar u opinar sobre el resultado, etiquétanos con el hashtag #fruteriasilvestre en Instagram para que podamos ver y compartir tu comentario con nuestros seguidores.
